El Dios Errante

Chapter 4: Capitulo 4



Anteriormente...

[Ding~]

''¿Hum?''

''Jojojo~ Esto es interesante'' Dijo con una sonrisa mirando intrigada lo que apareció frente a ella.

[El ancla mundial se ha establecido]

[La Transición divina esta disponible]

[¿Desea proceder?]

''Jeje ¿Acaso necesitas preguntar?'' Pregunto a la nada aparente mientras guardaba los esquemas que tenia en la mesita y se metía en la cama.

Y sin mas preguntas, sus sentidos fueron metidos en una niebla revoltosa mientras sentía como su alrededor cambiaba constantemente.

En algunos momentos estaba en un lugar solido, en otros ni siquiera sentía el suelo y en otros como si fuera sometida a una gravedad mayor.

Y como si fuera una ilusión, sus sentidos volvieron en un instante, justo en el momento en que aterrizo en el suelo de lo que parecía ser un bosque.

''Mierda~'' Gimió escupiendo la tierra que se le metió a la boca.

''En donde mierda... ¿Estoy?'' Dijo eso ultimo en un susurro cuando lo que parecía ser un maldito lobo gigante de color negro con placas e su cuerpo se acerco a ella... en manada.

Eran al menos una docena de ellos.

''Maldita sea son Beowolf...'' Dijo mientras retrocedía poco a poco.

No por miedo, si no por precaución.

Ella sabe muy bien que los grimm, incluso en su raza mas débil como estas cosas pueden desgarrar la piel y músculos humanos con facilidad.

Ella aunque mucho mas fuerte que tres humanos, utilizando el cien porciento de las capacidades corporales que posee actualmente.

Eso no significa que pueda soportar un porrazo de esas garras.

Entonces mientras ella retrocedía, los grimm las siguieron poco a poco acercándose a ella con cautela, mientras la trataban de rodear.

Ya que en los instintos arraigados de los grimm estaba inscrita la energia con la cual fueron creados.

Esta era muy similar a la que desprendía Kiiroi naturalmente.

Sin embargo, ellos naturalmente están atraídos por las emociones negativas y la hostilidad, así que empezaron a gruñir como perros salvajes al sentirla de Kiiroi.

Ella naturalmente reacciono sacando cuchillos que de alguna manera se lograron traer junto a ella.

Eran lo suficientemente pequeños como para no ser notados cuando se esconden en el pantalón, pero en este caso falda y pantalón.

En donde la cara interior de la falda, la que da al pantalón tenia unas cuantas correas los cuales sujetaban firmemente los cuchillos junto a sus fundas.

Estos en si mismos eran las mejores creaciones que ella tenia actualmente, pues con tan solo la presencia de estas hizo que los grimm retrocedieran un poco.

Tal era la calidad de la artesanía que desprendía un leve aura afilada.

Y esta aumento aun mas cuando un poco de E.D se infundio en ellas.

Las cuales parecieron vibrar y desprender un leve aura roja.

''Vengan a mi hijos de perra'' Dijo con una sonrisa retadora mientras infundía el resto de E.D que le quedaba en su cuerpo.

Esto causo que su piel adquiriera un tono algo cristalino azulado.

''¡¡¡GRARRR!!!'' Rugieron ante tal provocación.

Lejos del lugar...

''Ow~ Porque mama tuvo que mandarme a mi por un ciervo, sabe que no me gusta hacerlo'' Se retorció y gimió en el camino una joven con capa blanca.

Portando una guadaña toscamente creada.

''Y mucho menos hacerlo en este bosque, papa dice que hay muchos grimm'' Dijo estremeciéndose.

''¿Uh? ¿Por que no hay ruido?'' Se pregunto al no escuchar los habituales grillos e incluso la suave brisa.

Es como si hubiera entrado en otro lugar.

''¡¡¡GRARRR!!!'' Se escucho a lo lejos un rugido de mas de una docena de grimm.

Esto hizo que sus pupilas se dilataran y soltara un chillido al pensar que estaban cerca, pero después de no escuchar nada mas que ese rugido, su curiosidad gano y empezó a caminar de donde provino el rugido.

Y mientras se acercaba, poco a poco sonidos de choques y gruñidos empezaban a escucharse.

Constantemente, uno tras otro, se escuchaban golpes de lo que parecía ser metal con metal.

Luego de acercarse aun mas, se escucharon caídas constantes y algunos temblores.

Y justo cuando llego al lugar donde mas se escuchaban los sonidos, se sorprendió gratamente al ver como una chica estaba batallando contra mas de una manada de grimm.

Sin embargo esa forma de pelear, era tan bella y elegante.

Era como si estuviera bailando alrededor de los enemigos, como si estos mismos no existieran.

Y a su vez, su belleza realzaba aun mas esto.

Es como si una diosa descendiera y purificara el mundo con solo su presencia.

Pero recobrando el sentido, ella misma no se puede quedar con los brazos cruzados cuando ve a alguien pelear con grimm.

Así que en un estallido de pétalos rapidamente se estrello contra el primer grimm que se le pusiera enfrente, cortándolo por la mitad debido al impulso que tomo.

 Y como si fuese un efecto domino, los grimm se pusieron aun mas agresivos.

Atacando a ambas de manera feroz y abandonando toda defensa que poseían.

Si es que poseían.

Suicidándose uno tras otro, solo para que otro grimm pudiera asestar un golpe.

Y lo tenemos claro.

Eso obviamente no sucedió.

Poco después el campo de batalla termino y todo el bosque se calmo.

Y ahí estaban, dos chicas en medio del bosque, una mas cansada que la otra.

Mientras que la joven con capucha estaba casi muerta del cansancio, la joven de cabello rubio blanquecino estaba respirando solo un poco mas fuerte.

''Tengo que agradecerte por lo que hiciste ahí, sin embargo no era necesario'' Dijo la joven de cabello blanquecino mientras ayudaba a la joven de capa a levantarse.

''N-No, claro que lo es. Estabas en peligro, peleando con grimm... es mi deber ayudarte'' Dijo con resolución mientras le temblaban las piernas.

''Sigh~ Siento que eres demasiado terca, pero bueno... Es un placer conocer a una joven tan habilidosa, Soy Kiiroi Kano, ¿puedo saber tu nombre?'' Pregunto Kiiroi a la joven de capa blanca.

''¡Oh si! ¡S-Soy Summer Rose! ¡Un placer conocerte''


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