Chapter 13: Capítulo 13
Durante todas las clases de la tarde no pude sacar de mi cabeza la vergüenza sentida en la sala del consejo estudiantil.
Solo cuando llegué a casa conseguí tranquilizarme, pero no fue de la manera que hubiera esperado.
Lo primero que hice al llegar fue lánzame a la cama con la sensación de frustración que me había estado siguiendo durante el día.
— Está bien. Por ahora, dejaremos el tema aquí. Pero ten en cuenta que estamos aquí para ayudar y asegurarnos de que todos en la academia estén seguros.
Casi suelto un grito a todo pulmón al recordar la sonrisa de la presidenta cuando dijo esas palabras.
Su sonrisa era demasiado extraña.
No digo que no fuese hermosa sonriendo, sino que para la situación en la que nos encontrábamos y por las palabras que dije, ella no debería mostrar una sonrisa gentil en su lugar debió mostrarse enojado o al menos ofendida por lo que dije.
¿¡Entonces por qué me sonrió tan gentilmente!?
¿Estaba jugando conmigo?
Esa era una posibilidad que no podría descartar fácilmente porque sus preguntas fueron tan minuciosas que parecía como si únicamente ella estuviera esperando que yo confesara la verdad que ella ya sabía.
Ella en realidad actuó como si supiese todo desde un principio.
Su actitud, sus preguntas y su último gesto parecían confirmar el pensamiento que tuve durante el interrogatorio.
Ella sabía la verdad detrás de mis heridas.
Sin embargo, si eso fuese verdad significa que ella también sabría de la existencia del ángel.
¿Era siquiera eso posible?
Pensar que alguien tan seria como lo es la presidenta sepa de la existencia del ángel es sin dudas una locura, porque ella al igual que los demás estudiantes es alguien normal, pero sigo sintiendo el extraño sentimiento de extrañeza al recordarla.
¿¡Qué es lo que debo hacer!?
El sentimiento de frustración que se formó cuando me di cuenta de que estaba bailando sobre la palama de su mano seguía estando presente.
No soy alguien que pierde los papeles solo por sentirse abrumado por algo, mira lo que ocurrió con el rubio a pesar de su desdeñosa mirada nunca mostré algún tipo de disconformidad hacia él, pero cuando vi por primera vez los ojos de la presidenta por alguna extraña razón mis nervios empezaron a apoderarse de mí.
¿Por qué me ocurrió eso?
Me revolqué en la cama frustrado por lo de hoy.
Ya no solamente debía pensar en el ángel, sino que debía pensar en el hipotético caso de que la presidenta de alguna manera también este implicada con el incidente de ayer.
Las incógnitas eran tanta que por un momento quise gritar maldiciones por mi propia debilidad mental.
En ningún momento durante el resto de la noche pude dejar de recordar el rostro de la presidenta.
Ahora mismo su persona era tan misteriosa como la del ángel.
Sus preguntas, en realidad, eran las que la envolvía en un velo de misterio.
Sin importar cuantas veces lo he estado pensando siempre las siento como unas extremadamente meticulosas, demasiado meticulosas como para ser hechas por una adolescente.
— ¿Cómo explicarías las marcas en tu rostro y el moretón en tu pómulo derecho?
La primera vez que la escuché decir esa pregunta pensé que simplemente la estaba haciendo como una rutina o alguna especie de protocolo hacia los estudiantes problemáticos, pero ellos nunca se encargan de los estudiantes.
Además, esa pregunta estaba lejos de ser como ella normalmente hablaba.
Se dice que su personalidad es distante y que nunca
¿¡Por qué!? ¿¡Por qué hasta ahora la cara de la presidenta se me viene a la mente!? ¿¡Qué es lo que me está pasando!?
Varias de las preguntas que hiso también vinieron a mi mente.
Cada una de sus preguntas estaban tan meticulosamente planificadas que recién me doy cuenta de que desde el momento en el que puse un pie en la sala del consejo ya estaba condenado.
Argh, desde un inicio yo había caído en su trampa.
Que todo este meticuloso plan se haya puesto en marcha significa que no necesitaban mis respuestas, lo único que era necesario para ellos era confirmar sus sospechas.
Y lamentablemente con todo lo sucedido ya deberían tener la respuesta.
¿Pero cuánto sabia ella? ¿Mucho o solo un poco?
[Ding!] [Recordatorio]
[Recuperación física: 65%.]
Inesperadamente una notificación del sistema apareció recordándome que mi cuerpo necesitaba descansar.
...
Después de otro largo día de estudios me encontraba nuevamente regresando a mi departamento.
El día de hoy no ocurrió nada importante.
Lo único remarcable es que un rumor se ha estado propagando por toda la academia muy rápidamente.
Tenía muy en claro que los rumores eran inevitables, pero no esperé que la rapidez con la que se esparcieran fuese tan rápida.
Sea por donde pasase las miradas de los estudiantes recaían sobre mí.
Y si bien esas miradas eran similares a las que ayer había algunas con gran hostilidad.
Todavía no sé qué clase de rumor es el que está circulando, sin embargo, puedo hacerme una vaga idea del rumor por los murmullos que pude escuchar.
Lo más probable es que se esté hablando de las malas juntas que tengo y el cómo a causa de eso de una manera u otra terminé en una pelea.
Tal parece que los rumores se han vuelto tan populares que todos los estudiantes los han escuchado, y por lo llamativo que me he vuelto al tener tantas heridas en la cara no les ha sido difícil poder ubicarme.
Después hablaré con los chicos del club de fotos para saber más sobre el rumor.
Mientras caminaba no pude evitar escuchar las conversaciones en voz baja que hablaban de mí.
Sinceramente se ha vuelto muy cansado escuchar esas conversaciones porque no solo hablaban de mi supuesto mal comportamiento durante las clases o como me juntaba con el trio de pervertidos para espiar a las mujeres, sino que aun queriendo yo no podía corregir lo que decían.
Cuando veía a los que estaban teniendo ese tipo de conversaciones podía ver como ellos estaban muy seguros de lo que decían.
En esos momentos me preguntaba si lo mejor era contarles la verdad detrás de mis heridas, pero era seguro que nadie me creería.
¿Quién podría hacerlo?
Absolutamente nadie se creería que un ángel me atacó mientras regresaba a casa.
La única que quizás podría creerme, y tengo muchas dudas sobre ello, es la presidenta del consejo estudiantil, pero nada lograría al decirle la verdad a ella.
No sé nada sobre cuáles son sus intenciones o cómo es posible que sepa de la existencia del ángel.
Ayer en mi interminable reproche por lo sucedido con ella tuve una idea plausible, ella quizás, en una posibilidad muy remota, era quien vino a salvarme.
Sé que es muy descabellada la idea de que alguien como ella tuviese un poder tan destructivo como demostró tener ese misterioso "refuerzo" traído por el sistema, pero por no haberme quedado en el lugar después de la llegada de la esfera negra la pequeña posibilidad de que ella fuera el refuerzo no era del cero por ciento.
Sin embargo, a pesar de la posibilidad de que estuviera en lo cierto debía pensar bien las cosas.
Ayer ella me demostró lo capaz que era con las palabras e ir a hablar con ella puede ser una mala idea, no solo porque puede que me esté equivocando, sino que también puede ser una trampa.
Como dije, ayer estuve reprochándome y pensando en todo lo ocurrido hasta ahora. Y además de haber tenido la idea de que la presidenta era el refuerzo del sistema también tuve la idea de que ella podría ser alguien que me vigila.
¿De qué otra manera ella podría obtener la información de lo ocurrido con el ángel?
Solo existían esas dos posibilidades, bien ella era el refuerzo del sistema o era alguien quien vigilaba mis movimientos.
Es necesario recordar que el ángel dijo que me estaba vigilando en todo lo que hacía durante el día desde que llegué a la ciudad y ella bien podría ser quien le informa de mis acciones durante la academia al ángel.
Aunque la posibilidad de que alguien más aparte de ella sea quien me estuviera vigilando todavía era plausible.
Ah~ Son muchas las cosas en las que he estado pensando últimamente.
Haberme quedado despierto el día de ayer me ha ayudado a poder tener una idea aproximada de todas las cosas.
Me siento un poco feliz de eso.
Para ese entonces el sol se estaba ocultando por el horizonte mientras caminaba de regreso a casa.
Como nada ocurrió hoy estuve tranquilo la mayor parte del día en mi salón de clases pensando en lo que debía de hacer.
Durante el día trate de verificar si de verdad existía alguien que me estuviese vigilando en todo lo que hacía sin ningún resultado.
Por como durante los últimos dos días he estado siendo el centro de atención de todo el mundo el poder detectar al, posible, observador fue imposible.
Todas mis acciones estaban siendo vigiladas por todos mis compañeros.
El mal sabor de boca por no saber si la posibilidad de estar siendo vigilado era cierta o no me dejó un mal sabor de boca.
Caminé hasta la puerta de mi departamento con eso en mente hasta sentir un escalofrió recorrer por mi espalda.
Fue el mismo que tuve cuando el ángel apareció por primera vez.
¿¡Qué!?
Todo mi cuerpo se puso en alerta al percibir una presencia similar, mas no igual, a la del ángel estar tras la puerta.
¿¡Él está realmente aquí!?
¿¡Vino a acabar lo que empezó!?
Tragué saliva al no saber que hacer hasta que la puerta se abrió por si sola.
Retrocedí inmediatamente hacia el pasillo topándome con el muro.
Mi cabeza pensó rápidamente y estuve a breve momentos de saltar hacia el primer piso antes de darme cuenta de que en el medio de la sala una luz roja se iba atenuando.
La curiosidad me instaba a entrar para ver de dónde provenía ese resplandor carmesí, pero por la experiencia que tuve con el ángel la cautela evito que hiciese una acción precipitada.
Me mantuve al lado del muro expectante de lo que sucedía y esperando la alguna notificación por parte del sistema.
Los minutos pasaron sin ningún cambio aparente en el departamento.
La calma aparente del lugar aumentaba mi ansiedad, pero como nada había cambiado desde que la puerta se abrió con cautela entré.
Cuando mis dos pies atravesaron a la puerta vi como algo de pequeño tamaño de color rosado rápidamente se movió entre los muebles de mi departamento.
Temblé de miedo al ver a esa cosa rosada correr, sin embargo, no tuve tiempo de pensar las cosas porque un gato con un pelaje tan negro como la misma oscuridad salió de mi departamento a toda prisa.
El gato no se detuvo en ningún momento y con dando grandes saltos se escapó por los techos de los vecinos.
Fue únicamente cuando dejé de ver al gato cuando mi cuerpo dejó de estar en alerta máxima.
Respiré hondo al seguir caminando lentamente hacia interior de mi hogar.
Al encender la luz me lleve una gran sorpresa todas mis cosas estaban desperdigadas y tiradas por el suelo. Los muebles, las comidas y hasta la mismísima cama estaban volcadas. En la sala el suelo estaba lleno de vidrio roto de los platos y tazas. Afortunadamente el baño no parecía haber sido afectado por todo este desastre.
Me tomé la cabeza con desconcierto al ver el pésimo estado en el que se encontraba mi departamento, pero me recordé de la cosa rosada que se ocultó entre los muebles.
Revisé los rincones de mi departamento esperando encontrar a la extraña cosa rosada por un largo tiempo.
Busqué por todas partes sin ningún éxito lo que sea que haya sido esa pequeña cosa rosada desapareció sin dejar rastro alguno.
Sin embargo, mi búsqueda no fue totalmente infructífera.
Oculto muy en lo profundo de uno de los cajones del escritorio que tenía encontré una hoja amarillenta vieja y desgastada con tres círculos uno más grande que el otro rodeando una estrella de cinco puntas con diferentes símbolos en su interior.
Por detrás de los extraños círculos había unas palabras que decía: No te dejes atrapar por alguien que no sea yo.
¿Qué no me deje atrapar? ¿A qué se refería eso?
Con la nota en la mano el sistema rompió su silencio.
[¡Ding!] [Has encontrado un nuevo objeto.]
[Hoja de invocación.]
[¿Desea usarlo?] [Si/No]
— ¡No! No la uses solo guarda en el inventario. —Grité desesperadamente tratando de evitar cualquier tipo de accidente.
Afortunadamente nada más pasó.
El sistema permaneció en silencio dándome el tiempo necesario para tranquilizarme.
En ese tiempo estuve pensando en todo lo que acaba de pasar.
Era sumamente raro todo esto.
A primera vista parecía que alguien entró al departamento para esconder la hoja envejecida en lo más profundo del cajón de mi escritorio. Cabe la posibilidad de aquel que entro era esa cosa rosada que vi moverse o aquel gato que escapo cuando abrí la puerta.
¿Pero la pregunta es si todo fue orquestado por el ángel? ¿Esto era una advertencia? Por como mi departamento ha terminado completamente destrozado parece ser el caso. ¿Sino cómo más se puede explicar el hecho de haber rotos todos mis platos?
Nuevamente vino a mi cabeza de que estaba siendo vigilado en todo lo que hacía sin importar el momento en el que me encontrase.
…
Al día siguiente decidí no seguir con la rutina de todos los días. Hoy sería el primer día en el que no ayudaré a los clubs durante sus actividades matutinas.
Por ello en lugar de llegar a la hora de la apertura de la academia llegue momentos antes del inicio de las clases.
Mi razón detrás del cambio repentino era para evitar el mayor tiempo posible a los demás estudiantes. No sé quién de todos puede ser el que me esté vigilando, sin embargo, mientras más tiempo pase fuera de la academia menos podré ser vigilado.
Lamentablemente por lo de ayer parecía que tampoco podía escapar de ser vigilado en mi propia casa, pero eso era lo de menos. Solo yo sabía que mientras realizase las cosas al cien por ciento ganaría una pequeña cantidad de experiencia y ayer con todo el destrozo hecho me permitió ganar muchos puntos de experiencia permitiéndome subir un nivel algo sumamente valioso en este preciso momento.
En esta ciudad existían demasiadas variables ocultas del ojo humano que en algún momento podrían ser una amenaza para mí.
Por eso también aumente el tiempo de mis ejercicios matutinos.
Solo volviéndome más fuerte podré evitar ser tomado por sorpresa como la última vez.
Además, la nota dejada ayer en mi escritorio me hiso darme cuenta de lo poco que sabia sobre todas estas cosas misteriosas.
El enigmático símbolo carmesí no se me hacía familiar, sin embargo, parecía ser un símbolo cercano a lo que se ve en el tarot.
Y esa fue la razón del porque cuando llegase el primer receso del día me iría a la biblioteca a buscar algún libro que me pueda ayudar.
No pasó mucho tiempo antes de la llegada del primer receso y como había planeado en lugar de quedarme en el salón de clases me fui a la biblioteca en busca de información.
Este era el único lugar en donde creí poder encontrar algún tipo de información relacionado con el misterioso símbolo grabado en la nota de ayer.
Pensé que quizás en alguna antología recopilatoria de mitos y leyendas occidentales pueda hallar lo que buscaba, pero como era de esperarse al encontrarme en el oriente ese tipo de libros era limitado, por no decir inexistente.
Buqué en la sección mitología e historia antigua libros que tratasen de encuentros con seres del más allá sin éxito. Solo pude encontrar a lo mucho, guías de cómo ser uno con el tao y/o el universo.
En ningún libro se habló de los seres bíblicos como ángeles, querubines, demonios, etc.
Las únicas religiones a las que se hacían alusión eran la sintoísta y budista.
No era un gran conocedor de esas religiones por lo que cuando se hablaba de los espíritus malignos o algún dios, aparte del Rey mono Sun wukong, no podía entender los textos.
En esa primera búsqueda nada parecía servirme.
— ¿En serio no hay nada occidental? ¿No son Thor, Zeus, y el Dios bíblico los dioses más conocidos en el mundo? ¿Entonces por qué no hay ningún libro que hable acerca de ellos?
Vine a la biblioteca en busca de información para responder a las preguntas en mi cabeza sin esperarme tal desilusión de no encontrar nada.
Al menos hasta ahora esta biblioteca ha demostrado ser pobre en lo que respecta con la cultura occidental, pero también en lo oriental.
En ningún libro se ha mencionado a los profetas del Corán ni nada, únicamente he encontrado historias sobre espíritus malignos que atormentaban a los antiguos pobladores de la isla.
Aun así, viendo que me encuentro en Japón y no en otro país no puedo quejarme de nada. Cada país tiene su cultura y creencias. Quejarme por la falta de libros que hablen de otras culturas es tonto, porque todavía no he leído todos los libros que hay aquí.
Quise seguir buscando libros que puedan ayudarme, pero con un claro sonido la campana sonó informando el inminente inicio de las clases de la tarde.
Desilusionado por no encontrar lo buscado coloqué todos los libros que tenía en las manos de vuelta a las estanterías antes de ir al salón de clases.
…
A la hora que dejé el recinto académico el sol se estaba ocultando lentamente detrás mío mientras caminaba de regreso a casa.
Las calles se iban sumiendo en una lenta oscuridad junto a una incómoda tranquilidad en donde el sol dejaba de alumbrar.
Me encontraba pasando por las mismas calles en la que me encontré con el ángel caído en busca de alguna pista que me ayudé a desentrañar el misterio detrás de la existencia del ángel.
El miedo trataba de apoderarse de mi cada vez que recordaba lo ocurrido aquella noche, pero resistí el miedo al pensar lo que podría pasar si no lograba descubrir nada.
¿Cómo era posible que un ángel este residiendo en esta ciudad?
Estaba caminando en este mismo momento por la calle que tomé para escapar después de la gran explosión producida por la esfera negra.
Mi cuerpo estaba en alerta máxima por si ocurría cualquier eventualidad hasta que vi las evidencias impresas en el pavimento.
Allí en el asfalto se podían apreciar algunas gotas secas de un color guinda oscuro que hacían un camino claro en la dirección que se encontraba mi departamento.
— Esto sin dudas fue real.
Me agaché y toqué esas pequeñas gotas con las yemas de mis dedos.
Ese camino de gotas de sangre secas afortunadamente no llegaba hasta la puerta de mi departamento. El efecto de curación en algún momento de mi huida curo las heridas que hacían este camino.
En este momento al ver la cantidad de sangre que perdí aquel día una duda surgió.
¿Cómo alguien tan débil como yo pudo soportar algo de esa magnitud?
Si bien mis heridas eran una prueba ineludible de lo sucedido, era difícil creer en la veracidad de todo.
¿Fue el sistema que no me dejo morir?
Con la lenta desaparición del sol en el horizonte pude presenciar como las sombras de las paredes se alargaban.
Esa oscuridad de las sombras me hiso recordar el ambiente de la noche en el que el ángel apareció. Los días habían pasado desde eso, sin embargo, sigo recordando los destellos y las explosiones cercanas provocadas por los ataques del ángel como si estuvieran pasando por lo mismo en este momento.
— No lograré nada si sigo tratando de hacer lo mismo.
Pensé que al retomar mi rutina nada de lo ocurrido con el ángel interferiría con mi vida, pero por lo ocurrido ayer con la nota y el destrozo en mi departamento sé ahora que no puedo tratar de aparentar como si nada hubiese ocurrido.